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Reportaje a Alejandro Arnalda, el hombre de los 1500 partidos!

QUE SEAN 1500 MÁS

En Pasco 1358, a metros de la autopista, se abren las puertas del Centro Zamorano. Mesas, redes, zapatillas rozando las baldosas, música mezclada armónicamente con el golpe en uno y dos del ejército de pelotitas blancas con las paletas de los legionarios.

Y entre ellos, Alejandro Marcelo Arnalda, licenciado en Relaciones del Trabajo y, por supuesto, jugador de tenis de mesa, quien a sus 62 años logró llegar a los 1500 partidos, nada más y nada menos. Lo sacamos un momento de su entrenamiento para preguntarle un poco de este suceso importante y, obviamente, para que nos hable del Tenis de Mesa. ¿Quién mejor que él?

 

-¿Cómo fue exactamente que empezaste con el tenis de mesa?

-En realidad, empecé como todos, jugando más que nada de entre casa. Luego, a mis 30 años aproximadamente, entré en una empresa, un laboratorio para ser más específico, donde armamos una mesa en el comedor y jugábamos los empleados, los gerentes, todos. Se podría decir que esa fue la primera vez que tuve ganas de hacer algo en serio.

 

-Bueno, como vos bien decía, todos empiezan jugando en la casa. ¿Pero qué fue exactamente lo que a vos te llevo a practicar este deporte?

-Siempre me gustó el tenis de mesa. Era un entretenimiento… pero de verdad me gustaba. He hecho otros deportes, obviamente, como futbol, e incluso karate. Fue aproximadamente en el año 90 que perdí a mi mamá. Por ese entonces yo fumaba mucho, y decidí dejar el hábito. Así fue como comencé a practicar atletismo en el Club de Amigos, algo que me dio mucha resistencia. Pero la verdad es que al mismo tiempo me aburría un poco, un deporte solitario, el hecho de correr distancias largas. Sin embargo, sabía que también necesitaba la práctica de algún deporte para abandonar el cigarrillo. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de agarrar mi profesión y combinarla con el pin pon (algo que como dije siempre me gusto). Así que organice un pequeño torneo interno en mi trabajo, Canal 7, donde continúo al día de hoy, del que participaron 70 personas. Ganó un jugador que está jugando actualmente, (Carlos) Valdivia. Luego de esa experiencia, comencé a averiguar, pero no tenía idea donde ir. Y ya que no sabía dónde practicar, puse una mesa en mi casa. Dio la casualidad de que la mesa me la vino a poner Hugo Gómez, hermano de Alejandro Gómez (dueño de la empresa de mesas Almar),  quien organizaba algunas competencias de tenis de mesa, en sus inicios de TMT, pero en ese momento yo no entrenaba. Después empecé a participar en torneos del Club 9 de Julio, el Club República de Caseros, entre otros. Y la verdad es que sentí que no era muy considerado para jugar deportivamente, ellos ya habían armado algunos equipos para participar en torneo de aficionados que existía en esa época. Cada vez me fui metiendo más sin tener un entrenamiento continuo.

 

-¿Qué pensabas del deporte antes de empezar el entrenamiento y qué fue lo que cambio desde cuando jugabas de entre tu casa o en el trabajo a cuando comenzaste a entrenar en un club?

Yo sabía que el tenis de mesa era un deporte olímpico. Y la verdad es que no pensaba que podía ser más que un entretenimiento, porque la realidad es que no tenía un gran nivel. Pero me empecé a dar cuenta que lo importante era la masividad del deporte. Creí que debía empezar a entrenar de verdad. Comencé a entrenar en el club República más regularmente, un emprendimiento de Alejandro Gómez conocido como ASTECA (Asociación Tenimesística de Caseros) pero siempre estuve en segunda línea. Después por motivos de mudanza pasé a otro club, que fue Top Minc, en el cual entrenaba más regularmente con Fernando y Adrián Minc.

Después pasé a UGAB donde me entrené con Melina Tchintchinian; más tarde seguí con Mariano Acciaresi; luego, por motivos de mudanza nuevamente volví a ASTECA donde ya estaba Federico Rosenfeld. Y previo a entrar en La Legión con Julián Levin, estuve entrenando con un amigo, Dardo Cabrera.

 

-Hace ya casi 20 años que jugas ¿qué torneo recordas mejor y qué logros sentís que tuviste a nivel deportivo y extradeportivo?

-Me acuerdo  uno de los primeros partidos  en un torneo que fue una remontada de 0-2 abajo a 3-2. No me acuerdo como se llamaban esos torneos, pero fue el partido que más me gustó ganar porque nadie daba un peso por mí. Después hubo tantos partidos y tantos torneos que no recuerdo. Pero hay algo que he descubierto últimamente, más que logros deportivos es el logro de mejorar el juego. Acá en La Legión lo logré y volví a tener la alegría de jugar. Recuerdo bien cuando logré mi primer top de revés, fue ante un muchacho que se llamaba Patricio Lussenhoff, y para mí fue todo un logro meter un top de revés. Creo que me acuerdo eso más que los partidos.

En cuanto a la parte personal, es el lujo de poder disfrutar uno de los mejores ambientes que he frecuentado en mi vida, que es el del tenis de mesa. Creo que es un ambiente muy sano: los jugadores, los entrenadores, la gente en general, etc. Realmente se respira un buen ambiente, algo que hoy es digno de destacar. Yo siempre dije que desde las tragedias que uno puede tener en lo personal, el deporte es un buen refugio. Mucho tiempo me refugie en el trabajo, que me resultó muchísimo, pero cuando el trabajo resulta estresante, como lo es en mi caso, el deporte es el mejor refugio. A mí me ayudo a tener cierta armonía conmigo mismo. Obviamente también tuve mis frustraciones, porque claro está que a nadie le gusta perder o verse relegado, pero es todo un aprendizaje que uno va teniendo con el tiempo. Y creo que también por otro lado el tenis de mesa me ayuda a mejorar mi juego, me ayuda a conocer mis limitaciones, y también me ayuda a envejecer. Cuando uno se da cuenta que la juventud lo va superando, es bueno asimilarlo tal cual es y de la mejor manera. El tenis de mesa te muestra limitaciones y también como superar las mismas, superar también estas etapas de tu vida.

 

-¿Cómo fue que llegaste al club y cómo te sentís hoy en día en él?

Yo al club ya lo conocía, y obviamente tenía muy buenas referencias de Julián Levin como entrenador. Se dio, en realidad, por una circunstancia concreta de cambio de horario que me dificultaba llegar a tiempo a los entrenamientos. He averiguado en distintos clubes, llegue acá y me pareció excelente el ambiente, los entrenamientos… Sólo me faltaba quedarme. Siento que acá he mejorado mi forma de jugar, algo que para mí fue inesperado. Me siento muy cómodo y cada vez más identificado con los compañeros. Sé que también tengo un límite, pero mientras, yo la estoy pasando bárbaro. La verdad que es uno de los mejores momentos que he tenido en mi historia por los clubes.

 

-Este fin de semana se cumplió un hecho importante que es haber llegado a los 1500 partidos. Son menos de diez personas las que superaron ese número. ¿Qué significa eso para vos?

Me di cuenta que estaba por llegar a los 1500 partidos cuando vi en la estadística de TMT que decía 1499. Casualmente, aparece una nota en TMT que un compañero, Claudio De Iulis va a cumplir los 2000 y pensé “que casualidad, yo voy a cumplir los 1500”. Bueno, le comenté a un compañero y él se encargó un poco de difundirlo. La verdad que es algo muy importante para mí, y que es divertido cuando me preguntan el código de TMT y les digo 59.

 

-Para ya ir terminando ¿Hay algo que quieras recordar en estos 1500 partidos? y contanos un poco los objetivos de Alejandro Arnalda para el futuro.

Recuerdo a muchos entrenadores, muchos compañeros, y muchos jugadores desde mis comienzos. No quiero dejar a nadie afuera, porque es mucha la gente que pasa por mi memoria en este momento. Yo disfruto mucho de este presente en La Legión, como siempre disfrute el tenis de mesa. Y espero poder disfrutar unos cuantos años más. Tengo la intención de que cuando ya no pueda jugar, entrenar. Es muy probable que cuando me jubile me vaya a vivir a San Luis; allá no hay mucha actividad deportiva, pero sí mucho campo para la acción, donde me gustaría colaborar para el desarrollo de este deporte tan lindo.

 

-¿Que le dirías a una persona que no conoce el tenis de mesa y que se quiere acercar a este deporte?

Lo que le digo a todo el mundo: que es un buen ambiente, un ambiente sano, donde uno se divierte y la pasa bien; que no lo tome a la ligera ya que es un deporte; que permite mejorar la actitud física y mental, que es un buen ejercicio donde se transpira mucho. Es lo que le digo a toda la gente que, tomándolo como pasatiempo, no se anima a ponerse a entrenar de manera constante y con mayor seriedad. Les digo también que si tienen hijos que vengan con ellos, porque es algo maravillosa y espectacular ver a padres e hijos jugando juntos. No sé cuántas actividades permiten eso.

Gracias Ale por la buena onda
Gracias Hernan Balsas por tu laburo, le diste vida a la nota.